Primera película de ficción del director ucraniano Roman Bondarchuk, que hasta ahora había dedicado su carrera como cineasta a la dirección de documentales. En ella, Lukas, un intérprete que acompaña a un equipo de controles militares, se queda tirado en un lugar remoto del sur de Ucrania, donde encuentra cobijo en la casa de Vova, un lugareño que le descubre un universo anarquista.