Considerada como una de las mejores producciones independientes americanas de los últimos años, expone un genuino retrato contemporáneo y sensible del auténtico oeste americano.
Brady, que fue una de las estrellas del rodeo y un talentoso entrenador de caballos, sufre un accidente que le incapacita para volver a montar. Cuando vuelve a casa se da cuenta de que lo único que quiere hacer es montar a caballo y participar en rodeos.