Loren y su hija Azahara viven en un mundo rural de animales muertos, cocaína y armas de fuego. Un mundo donde los personajes son víctimas de sus propios instintos y ambiciones. Un mundo en el que algunos sobreviven, pero nadie se salva. Perderlo todo es una película ambientada en un pueblo marginal del interior de Alicante. Una ficción protagonizada por personajes que se interpretan a sí mismos. Un thriller inspirado en historias y crímenes ocurridos en el entorno donde los personajes habitan; realidades de otros que se mezclan con sus pesadillas, deseos y posibilidades. El filme es el resultado de cuatro años de búsquedas y acuerdos. Rodada con un equipo técnico reducido y cámara en mano, acecha a los personajes hasta encontrar la expresión hiperrealista de su máscara.