Una bizarrada australiana que se unió a la ola de películas sobre telequinesis que inundaron los cines a finales de los 70, como "Carrie", "Scanners" o "La Zona Muerta". Su calibrado ritmo e intriga al estilo Hitchcock, no en vano las referencias a "Psicosis" son numerosas, la llevaron a alzarse con el Premio a Mejor Director en el Festival de Sitges. Un asesino está en estado de coma. Pero como tiene poderes telequinéticos, es capaz de devastar al personal del hospital en donde está siendo tratado.