Basada en la novela de Edmundo Desnoes con el mismo título, "Memorias del subdesarrollo" es la película más conocida de Tomás Gutiérrez Alea. La película gustó mucho tanto a la crítica como al público general y se convirtió casi instantáneamente en un icono de la cultura cubana. Su director dice: "Al cabo de casi 10 años de revolución hemos aprendido que nuestra condición de país subdesarrollado (explotado durante cuatrocientos años, primero por España y después por Estados Unidos) no se supera, sino a costa de mucho trabajo y sacrificio".
Que las contradicciones del burgués reflejan las de la sociedad dominada por la burguesía, lo demuestra esta amarga historia, que hubiera sido intrascendente si no hubiera ocurrido en los vertiginosos días de la revolución, cuando todas las contradicciones se pusieron al rojo vivo. La película ofrece un monólogo interior dirigido a la calle.