Empleando un sofisticado juego de flashbacks, la tercera película de Hubert Viel examina, desde una belleza plástica que evoca a los 16mm, la emocionante historia de una familia en la Francia rural de finales de los años 80. La obra la protagoniza la gran Laure Calamy, última y flamante ganadora del premio César a la Mejor Actriz.
Con motivo de la venta de la granja familiar, Louise rememora los recuerdos de su infancia. Veinte años atrás, ella era Louloute, una joven despreocupada y traviesa. Se abren entonces las puertas del pasado para una serie de avances y retrocesos en el tiempo a partir del año 1988; en una granja cuyos ruidos, olores (la leche, la mantequilla, los animales, el estiércol) y sucesos marcaron profundamente a Louise.