En la segunda entrega de las aventuras de Laban, el pequeño fantasma, los protagonistas de esta tierna película de animación sueca aprenden a convivir y a experimentar con las emociones. No olvidemos que Laban es un fantasma que en lugar de asustar a la gente, ¡es él mismo quien tiene miedo a la oscuridad!Laban y Labolina son dos hermanitos fantasma que viven en el Castillo del Sol Diurno con su familia. Laban tiene miedo de la oscuridad y Labolina sabe un montón de hacer sombras chinas. A ambos les gusta pintar, ir de picnic, cocinar recetas extrañas y jugar. A veces se pelean un poco, pero sobre todo les gusta divertirse juntos.