Vigoroso drama de época que intentaba arrojar luz sobre uno de los misterios de la Europa revolucionaria: ¿Qué paso con los hijos de los decapitados Luis XVI y Maria Antonieta? Hoy en día tal enigma ha quedado desvelado, el niño murió meses después de su captura, pero en 1958, fecha de estreno de la película, dicho tema todavía despertaba duda y controversia. Gran Bretaña, 1795. Un globo desciende en una ciudad galesa. En su cesta hay un niño (Richard O'Sullivan) muerto de frío y que se niega a hablar palabra alguna. Virginia Trail (Belinda Lee), una joven americana de visita en la isla, lo recoge y lo lleva al castillo de su tía Lady Fell (Martita Hunt). Nadie sabe quién es el niño, pero pronto se corre la voz de que se trata del hijo de los guillotinados monarcas de Francia, Luis XVI y María Antonieta. El duque de Beauvais (Louis Jourdan) se presenta para hacerse cargo del niño enviado por los monárquicos franceses, pero los espías de la revolución también acechan para asesinarlo.