No lejos de este altar, a tan sólo unas calles de distancia, se encuentra la casa de Julian Ceballos Casco – Casco – el tercero de los personajes. Es un veterano pintor, y sexagenario. Cansado de vivir, que a punto de llegar al final de su turbulenta existencia, nos muestra Tepito, su barrio olvidado en el medio del océano de la megacuidad mexicana. Reconocido popularmente, habla de su oficio artístico como "una maldición" y comenta las particulares necesidades espirituales de las gentes con las que convive. De barrio, sincero y pintoresco, está "sólo y esperando el fin".