Caireles y Tarrajas, cuando se enteran que el tranvía 133 será retirado del servicio, se emborrachan y deciden robarlo. Durante la noche dan servicio a un grupo peculiar de pasajeros y a la mañana siguiente intentarán devolver el tranvía pero antes deberán enfrentarse a Papá Pinillos, un inspector jubilado que pretende delatarlos.