Antonio Margheriti firmaba este remake de su propia película "Danza macabra", todo un clásico del cine de terror italiano de los '60, que, en esta ocasión, contaba con la participación de Klaus Kinski.
Tras hacer una apuesta, un hombre debe pasar una noche en un castillo embrujado. Además de las sombras ominosas y los vientos sibilantes, aparecen una bella mujer y una dama amenazadora. Una de las mujeres es asesinada y su cadáver desaparece. El protagonista, asesorado por un extraño médico, emprende su búsqueda.