Ismael Diadié Haidara huyó de Tombuctú hacia el exilio en Granada, escapando de la guerra. En abril de 2012 los guerrilleros salafistas de Ansar al Din y sus aliados de Al Qaeda rodearon su casa. Buscaban la destrucción del Fondo Kati, un legado andalusí de más de 12.000 manuscritos, con la historia de su familia escrita en los márgenes. Empujado por la guerra, Ismael desanda el camino iniciado 5 siglos atrás por su antecesor Alí Ben Ziyad Al Qutí. Como él huyó del fanatismo y la destrucción en Toledo, en busca de un hogar en paz en la tierra de los negros (Mali). En su fuga hacia Granada, Ismael dispersó miles de manuscritos escondidos en desvanes de familiares. Desde España libra una silenciosa batalla por reunificar la biblioteca que ha conservado la historia del éxodo de los andalusíes en África y el drama de una saga de bibliotecarios en permanente exilio.El tiempo corre en contra de los manuscritos. Los insectos, el polvo y el calor del desierto ponen en peligro su conservación. Ismael, el último patriarca de la familia Kati, se enfrenta a un complejo dilema. Mantener la biblioteca oculta en Mali o romper con la tradición y ceder su gestión a manos ajenas a la familia.