El último largometraje de Rossellini fue El Mesías. Tras haberse pasado casi doce años trabajando exclusivamente para televisión retornaba al mundo del cine con la historia del personaje más famoso de todos los tiempos. El film comienza con un prólogo donde se narra la infancia y la juventud de Jesús para luego dividirse en tres capítulos y en cada capítulo hay dos o tres partes. En la primera encontramos El tiempo de espera y El Bautista y la samaritana. En la segunda, Los doce y El discurso de la montaña. Y en la tercera, El buen pastor, La pascua y El consuelo. A pesar de ser un film de encargo, Rossellini no se sometió a ninguna imposición y tras explicar lo que quería hacer consiguió finalizar y entregar una obra personal firmada con su inconfundible estilo. El Mesías que aquí aparece es un joven carpintero de Palestina que trabaja, camina, predica, convence a sus discípulos, unos pescadores galileos, a que difundan su mensaje, hasta que acaba muerto en la cruz. No hay coros ni milagros, sino conversaciones y polémicas como la de Juan ante la curación de un ciego- Toda la emoción se centra en las palabras y las expresiones faciales. Rossellini consigue narrar con simplicidad y frescura una de las historias más conocidas por todo el mundo.