Roy Collins y Gilbert Bowen, ambos de mediana edad, dejan atrás la gran ciudad para dirigirse por carretera hacia México. A varios kilómetros de la frontera que separa México de los Estados Unidos, el conductor Roy acepta la proposición de su compañero Gilbert para que lleven en el asiento de detrás del automóvil a un autoestopista llamado Emmett Myers. De la cordialidad inicial se pasa a un estado de tensión creciente cuando Roy y Gilbert, después de ser protagonistas de un macabro juego que a punto ha podido suponer la muerte del primero, se dan cuenta que se encuentran ante un auténtico sádico, un psicópata que está sembrando el pánico entre los conductores de este tramo de carretera fronterizo. La trama está basada en unos hechos acaecidos dos años antes, cuando un asesino en serie, Billy Cook, huyendo de la justicia tras matar a cinco personas, secuestró y obligó a que le llevaran a Mexico a dos automovilistas que iban de caza y que le habían recogido mientras hacía auto-stop. El asesino fue ajusticiado en la cámara de gas en diciembre de 1952, tan solo tres meses antes del estreno de la película. Uno de los films más notables, así como también desconocidos hasta la irrupción de los formatos domésticos, de la atrevida personalidad angloamericana de Ida Lupino.