Antony Hickling firma su obra más personal: no podemos conocernos a nosotros mismos, si no conocemos a los demás.
Richard, un cineasta que ronda los cuarenta años, se ve repentinamente abrumado por la ansiedad durante el rodaje. Sale del plató y vaga por la noche parisina en busca de respuestas, consuelo e inspiración. Durante su noche de insomnio, conoce a muchas personas, algunas amistosas, otras inquietantes, algunas conocidas y otras desconocidas. Richard deberá enfrentarse a sus miedos y cuestionar sus deseos más profundos hasta el primer rayo de luz del amanecer.