Adaptación de "Don Quintín el amargao", de Carlos Arniches, que en 1935 Luis Marquina convirtió en film supervisado por Buñuel. Movido por los celos, Quintín echa de casa a su mujer Felisa que está embarazada. La mujer sobrevive mendigando y da a luz a una niña en una casa de caridad. En un intento por convencer a Quintín deja a su hija en la puerta de casa, pero Quintín, a su vez, la da en adopción a una pareja de campesinos. Con los años Quintín se ha convertido en una persona amargada que sigue sin creer a su mujer y en la paternidad de su hija Teresa. Una obra en la que su director se divirtió, consiguiendo de paso que se divirtiera el espectador. Es el choque entre la socarronería aragonesa y la vehemencia mexicana.