Aquí vemos a Doinel dos años después de Besos Robados. El personaje parece haber sentado cabeza y se ha casado, sentimentales. Antoine Doinel se ha casado con Christine, la chica que cortejaba en Besos Robados. Su mujer da clases de violín y él aprovecha el momento en el que se acaba la comida de la nevera para bajar al bar que hay debajo de su casa, donde se reúnen muchas personas del barrio. Pronto deja su improductivo oficio relacionado con las flores, para llegar, por una serie de equívocos, a una empresa estadounidense de miniaturas. Un día, mientras hace maniobrar un grupo de minúsculos barcos ante un grupo de clientes, una joven japonesa deja caer voluntariamente su pulsera... Es el comienzo de un idilio que pronto se transforma en una relación más profunda. Christine acaba por descubrir la verdad y, antes de montar una escena ante su marido, decide presentarse ante él vestida de japonesa. Nuevo encuentro del director Francois Truffaut y del actor Jean-Pierre Léaud con el personaje de Antoine Doinel -una mezcla perfecta de las personalidades del director y del actor-, tras Los Cuatrocientos Golpes, El Amor a los 20 Años y Besos Robados. Este será el primer trabajo de Truffaut con el director de fotografía español Néstor Almendros.