Bien podríamos estar ante el western que rodaría Roy Andersson, un cruce inclasificablemente marciano y macabro entre "Turistas" y "Zoo", o ante un irreverente guiño al humor escatológico de los hermanos Farrelly. Merecedora del Premio a la Mejor Película en la Sección Nuevos Directores del Festival de San Sebastián, la ópera prima de Benedikt Erlingsson es una comedia delirantemente coral, de carácter tan autóctono como cinematográficamente particular, que nos dibuja un paisaje tan descabellado como poblado de caballos, retratando a su desbocada e irreverente manera la relación entre trotones y humanos. Y lo hace galopando a ritmo de un hilarante humor deadpan, de abruptos golpes de violencia, de un bizarro romanticismo y envuelta en un imponente y sensorial dispositivo formal. "Of horses and men" nos habla sobre la impronta que deja el hombre en el caballo y el caballo en el hombre. Varias historias se entrelazan en ella. Todas hablan de la lucha en la vida de hombres y caballos en este mundo pasajero. Su tema es el relato clásico del combate entre hombre y naturaleza, de los esfuerzos del ser humano por utilizar el poder animal de la naturaleza para su beneficio... o su condenación.