Desde un humor esquinado, Karen Shakhnazarov explora la nostalgia estalinista con esta mezcla de drama ácido, fantasía surrealista y comedia negra. Un film alegórico realizado durante los últimos suspiros de la Unión Soviética que se llevó el Hugo de Oro a la mejor película en el Festival de Chicago.
Un ingeniero moscovita se encuentra atrapado en una remota ciudad que aún conserva una exposición de Stalin en su museo local.