Bertrand Bonello nos encierra en un burdel de París en este hechizante film de época que cuenta con la magnética intepretación de Adèle Haenel ("Retrato de una mujer en llamas"). Una obra deslumbrante de alta cosmética que despliega un imponente dispositivo formal y versa sobre la dialéctica del cuerpo y el deseo femenino. Proust, absenta y ligueros.
En los albores del siglo XX, en un burdel de París, una prostituta tiene una cicatriz en el rostro que le dibuja una sonrisa trágica. En torno a la mujer que ríe, se organiza la vida de las otras chicas, sus rivalidades, sus miedos, sus alegrías, sus penas... No sabemos nada del mundo exterior porque la casa está cerrada, pero en el interior de esas paredes todo es posible.