Carlos, un chico de barrio proletario de Málaga pierde a su padre en un accidente y su familia le exige que se convierta en cabeza de familia. Carlos no quiere aceptar este papel y la única forma que se le ocurre para esquivar la situación es mentir: cada mañana sale con el antiguo traje de su padre hacia un empleo imaginario. Claro, que para conseguir el dinero que la madre le pide tendrá que alimentar esta farsa día a día. Y la mentira crecerá tan alta pero tan débil como un castillo de naipes.