Mientras las paredes son demolidas y el viejo espacio de la cárcel se transforma en un paseo de compras y esparcimiento, las mujeres en distintos recorridos registrados durante 6 años, intentan rearmar la historia de sus vidas dentro de la cárcel. Ellas eran jóvenes de entre 17 y 30 años. La militancia y los ideales no se apagaban por estar encerradas, al contrario, se afianzaba el sentimiento de injusticia. Así el film se convierte en un recorrido que reconstruye la memoria espacial, social y política, dando a conocer una fuga histórica, la de 26 mujeres que saltaron por una ventana hacia libertad.