Diez años después de llevarse el premio Un Certain Regard por "Tulpan", una comedia dramática sobre la sociedad kazaja, el director Sergey Dvortsevoy regresó a Cannes con "Ayka". A camino entre ficción y documental y comparada con "Rosetta" de los hermanos Dardenne pero en Kirguistán, también supuso el descubrimiento de la actriz Samal Yeslyamova, premiada a Mejor Actriz en Cannes por su entregada interpretación como Ayka, una joven que lo ha perdido todo y a la que no le queda nada.
Ayka acaba de dar a luz, pero no puede permitirse tener un hijo. Es ilegal en Moscú, no tiene trabajo y tiene que pagar demasiadas deudas. No tiene ni siquiera un lugar donde dormir. Y sin embargo, la naturaleza pone todo en orden. Después de dar a luz a su hijo, lo deja en el hospital. Sin embargo, algún tiempo después, su instinto maternal le lleva a intentos desesperados de encontrar al niño abandonado.