Basada en la novela de Oscar Wilde y rodada en un estilo delirante y profundo que la hizo merecedora de un Oscar a la Mejor Fotografía, esta escalofriante historia no ha perdido su poder de sorprendernos. Dorian Gray (Hurd Hutfield) es un joven aristócrata muy atractivo que vende su alma al Diablo a cambio de la eterna juventud. Gracias a una invocación consigue que sea el retrato que le ha hecho su amigo Basil Hallward (Lowell Gilmore) el que sufra el proceso natural del envejecimiento.